Página Principal

Flor Vera Díaz fundadora del Club Bóxer de Cuba en el año 1982 comienza, en el mundo de la raza Bóxer, adquiriendo un ejemplar hembra, por una necesidad sicológica, para sus hijas Yaribey y Yianka, por haber fallecido su abuela.
En esos momentos la pobre masa canina cubana, no contaba, con registros genealógicos, y se desconocía el estándar.
Buscando asesoramiento, comienza con un libro Europeo, posteriormente se une, al presidente del Club Dobermann, fundador de este Club y de la Federación Cinológica de Cuba. Gracias a sus estudios de veterinaria, en Francia, y otros países, europeos, se proyecta a trabajar, en la cultura de líneas europeas.
Gracias, posteriormente, a la ayuda, del Sr. Luciano Fernández, es que puede aumentar la masa canina, no solo con perros de líneas europeas, sino también, de genofondos, de perros con pedigrí, altamente reconocidos. Incansable luchadora, para que todo el Club Bóxer de Cuba, y que en Cuba, pese a las grandes dificultades de ser un país pequeño, tan lejos de Europa, y tan cerca a las tendencias del Bóxer americano, emprende una lucha, para que en nuestro país solamente se trabaje, el BOXER y el estándar europeo.
En estos momentos, existen genealogías creadas por ella, de 6 y más generaciones, y cinco libros genealógicos completos. Estudiosa de la raza, realiza raport, de los ejemplares que llegan a la edad reproductiva, de acuerdo, al genofondo y realiza descripción detallada, desde los cachorros de 6 meses de nacidos, un año y así sucesivamente. No se permiten la crianza de los bóxer blanco, o con labios leporinos y paladar hendidos, y en caso contrario se practica la eutanasia, lo más humanamente posible.
En los estudios estadísticos, que se realizan de las progenies, de cada hembra y en el cruce de cada macho, pueden saber, por las tablas, hasta que % de posibilidades, pueden venir, con errores.
De esta forma, pueden en cada cruce, disminuir las posibilidades de defectos del estándar.
En las pruebas de raport, se descartan, los machos con monorquidia y criptorquidia.
Recientemente se ha creado, una estadística, para algunas enfermedades hereditarias, para que puedan ser valoradas por dos y hasta seis veterinarios, que participan, en las pruebas de confirmación.
Se realizan pruebas de obediencia y temperamento. Aunque no muy complejas por falta de recursos y lugares en que se puedan desarrollar.
Pero se prueba, si el perro es sanguíneo, colérico, melancólico o flemático
Está prohibido, el cruzamiento de dos perros coléricos. Forma de evitar, desviaciones negativas de la raza.
De este trabajo y de otros que ha desplegado por todo el territorio Nacional, antes de cruzar, una perra, el criador, puede comunicarse con la comisión que ella ha creado, para oír sus criterios y ayudarlo, a la selección de un semental, para mejorar fenotipo y carácter del perro de la raza bóxer.